Despidiéndose de mi amor

Capítulo 0078

Golpeo a mi hijo, ¿qué delito cometió?

David sabia que ella estaba jugando al gato y al ratón, tratando de hacer que él admitiera voluntariamente ser el padre del pequeño

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-Realmente te esfuerzas tanto para acercarte a mi? ¿Las cosas que hizo anteriormente también fueron por tus órdenes, ¿verdad?

Viviana estaba completamente desconcertada. También algo confundido estaba Oscar...

David se inclino directo hacia la madre y el hijo, con frialdad en sus ojos: -No importa lo que tengas en mente, me haré responsable del niño, pero no me haré responsable de una mujer como tú.

Viviana había escuchado anteriormente de Silvia que David era un desgraciado, pero no pensó que lo fuera hasta que lo vio co sus propios ojos. Su temperamento fuerte y explosivo ya no podía ser controlado, levantó la mano y le dio una sonora bofetada en la

hermosa cara de David.

Él se quedó atónito en el acto.

-¿Quién dijo que quiero que te hagas responsable? ¡Prefiero

casarme con un animal que casarme contigo!

Originalmente, David planeaba llevar a Oscar a un rincón alejado para educarlo lentamente, pero nunca esperó que Viviana se acercara en

ese momento corriendo.

La conmoción aquí atrajo rápidamente la atención de todos. El anciano señor Nápoles, que estaba sentado en el segundo piso, cuidando a su nieto, quedó muy asombrado.

-¿Quién es esa chica?

La secretaria le respondió apresuradamente: -Parece que es la hija mayor de la familia García, llamada Viviana.

-Ella es, ella será mi futura nuera.

Quien se atrevía a golpear a su propio nieto, ella era la primera.

Mientras tanto, Silvia también descubrió con rapidez a las tres personas... Nunca esperó ver a Oscar aquí, ¿parecía que también estaba involucrado con David?

Instintivamente miró en la dirección de Julio y vio que el hombre también había notado eso. Ella rápidamente llamó a Viviana y le pidió que no se enredara más con David y que llevara inmediatamente a Oscar de regreso.

Más de una hora después.

Fuera de la villa privada, comenzó a llover. Dentro de la casa, Silvia y Viviana estaban sentadas en el sofá, mientras que Oscar estaba

parado frente a ellas.

-Oscar, ¿cómo terminaste en la casa de la familia Ferrer? -le preguntó Silvia con gran preocupación.

Oscar ya había preparado su coartada: -Hoy fui a ver a mi amigo, él me llevó allí.

Silvia pensó que su amigo era uno de los hijos de los invitados al banquete, y creyó que era una simple coincidencia, así que no le preguntó más.

Viviana agregó: -Entonces, ¿por qué te atraparon?

Oscar fingió ser inocente: -Me tropecé accidentalmente con ese señor, y él ordenó que me atraparan, incluso queria golpearme.

-¡Maldita sea!

Viviana casi insultaba de la rabia. Realmente no podía creer que David, un adulto, estuviera discutiendo con un niño, y hoy había dicho esas cosas extrañas, era simplemente un idiota.

-Pequeño, la próxima vez que te encuentres con alguien así, nos iremos muy lejos.

Viviana quería abrazarlo tiernamente y pellizcarle las mejillas.

Oscar frunció el ceño y se apartó de inmediato: -Señorita Viviana, ya me has dado el octavo apodo.

Como el pequeño demonio, Osqui, Osito, Lobito...

-¿De verdad? ¿Soy tan talentosa?

Viviana tomó una pieza de patata frita.

Oscar estaba completamente perplejo. Él logró tranquilizar muy rápidamente a Silvia y Viviana con suerte, luego.tomobro regresó a su habitación. Una vez en la

habitación, Oscar vendió las fotos que secretamente tomó hoy de

Natalia siendo expulsada de la

familia Ferrer a un alto precio en el internet.

La última vez, él mismo manipuló la situación para hacerle una pequeña travesura a David y casi lo

descubrieron. Ahora, debía tener

más cuidado.

Silvia, al verlo regresar a su

habitación, tenía una expresión algo preocupada en su rostro. Laso m palabras de Oscar la avergonzaron; antes ella misma había sido

intimidada, pero ahora su propio hijo también estaba siendo intimidado...

Tenía que definitivamente The

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volverse más fuerte para proteger a los niños.

En ese momento, Viviana le contó a Silvia algunas de las

revelaciones que había descubierto recientemente.

-Silvia, ¿lo sabías? Mientras buscaba evidencia de que Natalia habia. plagiado tu trabajo, encontré muchas cosas interesantes.

Silvia le preguntó con gran curiosidad: -¿Qué cosas?